Editorial
El Partido del Progreso denuncia de manera contundente el abandono de funciones, la falta de eficacia y la corrupción estructural del Gobierno de Guinea Ecuatorial. El actual gabinete, compuesto por 28 ministros, 10 ministros delegados, 20 viceministros y 23 secretarios de Estado, no es más que una administración sobredimensionada, diseñada para repartir cargos entre los suyos y perpetuar la corrupción.
Esta estructura de gobierno, lejos de mejorar la gestión del país, se ha convertido en un teatro político sin resultados reales para la población. En los últimos tiempos, se han sancionado algunos casos de corrupción, pero estas medidas no son más que una cortina de humo, pues estos mismos funcionarios son quienes han permitido y fomentado estas prácticas corruptas.

Una pléyade de primeros ministros, viceprimeros ministros, ministros, ministros delegados, viceministros, secretarios de estado, vicesecretarios de estado…todos unos inútiles
Prueba de esta ineficacia es la situación de proyectos paralizados durante años sin consecuencias reales para los responsables. Un claro ejemplo es la obra del INSESO de Malabo 2, donde el Primer Ministro Manuel Osa Nsue ha mostrado “indignación” por el retraso de más de cinco años en las obras. Sin embargo, esta indignación no oculta el hecho de que es su propia administración la que ha permitido y tolerado estas irregularidades sin tomar medidas contundentes.
Otro caso de desgobierno y dejadez se refleja en el estado lamentable del Parque Nacional, un proyecto que debería ser una referencia turística para el país, pero que ha sido abandonado por completo. En lugar de asumir responsabilidades, los ministros y viceministros se limitan a visitas teatrales y a culpar a otros de su propia inoperancia.
El mal funcionamiento de la administración es evidente, pero en lugar de hacer autocrítica, los altos cargos del gobierno se dedican a exhibir públicamente su incompetencia y a desviar responsabilidades.

El postureo y la exhibiciones de Teodorín, puro teatro
Es inaceptable que, mientras la población sufre falta de servicios básicos, desempleo, pobreza y una infraestructura en ruinas, el régimen continúe con su estrategia de corrupción y derroche de recursos públicos.
Desde el Partido del Progreso, reiteramos nuestra denuncia y exigimos:
1.Una auditoría independiente de la administración pública para identificar y sancionar a los responsables de corrupción y mala gestión.
2.La reducción del gabinete y la eliminación de cargos innecesarios para optimizar la gestión del Estado.
3.La reactivación de proyectos paralizados y una revisión estricta de los contratos gubernamentales con empresas privadas.
4.Un compromiso real con la transparencia y la rendición de cuentas, con medidas concretas para garantizar una administración eficiente y enfocada en las necesidades del pueblo.
5. La salida inmediata del poder de la familia Obiang como requisito innegociable para una verdadera transición democrática.

Aquí tenemos a quien realmente ostenta el poder en Guinea, gobernando a través de su hijo Teodorin y aprovechando la incapacidad de su marido, el Presidente Obiang
El régimen ha agotado todas las oportunidades para una salida negociada y ha demostrado, una y otra vez, que las llamadas “mesas de diálogo” no son más que farsas diseñadas para perpetuar su dominio y engañar a la oposición. No habrá democracia real mientras la dictadura continúe controlando el país. Guinea Ecuatorial no necesita más simulacros de apertura ni falsas promesas, sino un cambio de régimen definitivo que permita la reconstrucción política, social y económica del país bajo los principios de justicia, libertad y representación genuina del pueblo.
Desde el Partido del Progreso, advertimos a Teodoro Obiang Nguema que cuanto más tarde en dar este paso, peores serán las consecuencias, tanto para él como para el pueblo guineano. La historia ha demostrado que los regímenes que se aferran al poder hasta el último momento acaban cayendo de la peor manera, con costos humanos y sociales irreparables.
Guinea Ecuatorial no puede seguir secuestrada por una élite política incapaz y corrupta. Es hora de una gestión seria, eficaz y comprometida con los ciudadanos, no con los intereses personales de los gobernantes.
Partido del Progreso. Por una Guinea libre, justa y democrática.