Redacción El Confidencial
Guinea Ecuatorial es un caso paradigmático de desigualdad y miseria en medio de la abundancia. Mientras países africanos como Ruanda, Ghana y Botsuana han logrado diversificar sus economías, reducir la corrupción y fomentar el desarrollo, Guinea Ecuatorial sigue atrapada en un modelo extractivo donde la riqueza del petróleo solo beneficia a una élite del 20%, dejando al 80% de la población en extrema pobreza.
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PPGE) está decidido a romper con esta desigualdad estructural, impulsando un modelo de desarrollo que llegue a todos los rincones del país. No es aceptable que una minoría disfrute del lujo mientras la mayoría carece de lo más básico. Para ello, el PPGE propone una estrategia basada en el crecimiento equitativo y la justicia social, garantizando que los recursos nacionales sean utilizados para el bienestar de toda la población.
De la Prosperidad a la Decadencia

El gran contraste: Malabo, la miseria en la abundancia
Antes de la independencia, Guinea Ecuatorial tenía una economía funcional, basada en la agricultura y el comercio. La producción de cacao y café generaba empleo y atraía inversores extranjeros. Sin embargo, las dictaduras de Francisco Macías y Teodoro Obiang destruyeron este tejido productivo, sumiendo al país en el colapso económico.
El petróleo, que podría haber sido un motor de desarrollo, se convirtió en una maldición. Hoy, más del 90% del PIB depende de esta industria, dejando al país vulnerable a las fluctuaciones del mercado global y sin alternativas sostenibles. En contraste, países como Costa de Marfil han logrado que la agricultura represente hasta el 24% de su PIB, mientras que en Guinea Ecuatorial solo aporta un 2%, condenando a la población rural al abandono y la miseria.
El PPGE propone reactivar el sector agrícola, ofreciendo apoyo a los agricultores, invirtiendo en tecnología y creando mercados locales e internacionales para los productos guineanos. No puede haber desarrollo sin seguridad alimentaria ni generación de empleo sostenible.

Kigali (Rwanda)
Corrupción y Desigualdad: Obstáculos para el Desarrollo
Mientras países como Ruanda han reducido drásticamente la corrupción mediante políticas de transparencia, Guinea Ecuatorial se mantiene como uno de los países más corruptos del mundo. Los ingresos del petróleo han sido saqueados por una élite gobernante, mientras hospitales, escuelas e infraestructuras básicas permanecen en ruinas.
La falta de inversión en capital humano ha devastado la sociedad. Mientras en Ghana una creciente clase media impulsa la economía, en Guinea Ecuatorial esta ha sido destruida. La falta de acceso a educación de calidad y atención médica perpetúa un ciclo de pobreza sin salida.
Para cambiar esta realidad, el PPGE implementará un sistema de transparencia total en la gestión de los recursos públicos, con auditorías internacionales y mecanismos de participación ciudadana. La corrupción ha impedido el progreso, y erradicarla es una prioridad absoluta.

Accra (Ghana)
El Futuro: Un Camino hacia la Recuperación
Para romper con este modelo de saqueo y opresión, Guinea Ecuatorial necesita una transformación estructural que incluya:
1.Diversificación económica: Impulsar sectores como la agricultura, el turismo y la tecnología para reducir la dependencia del petróleo.
2.Lucha contra la corrupción: Implementar transparencia y rendición de cuentas para garantizar que los recursos beneficien a toda la población.
3.Infraestructura funcional: Construir carreteras, hospitales y escuelas que realmente sirvan a la ciudadanía, no solo a la élite.
4.Educación y salud accesibles: Invertir en la gente para crear una sociedad más productiva y equitativa.
5.Reforma política: Avanzar hacia una democracia que represente a todos los guineanos, no solo a una élite privilegiada.
El PPGE trabajará para que las oportunidades lleguen a cada pueblo y ciudad, asegurando que ningún guineano quede atrás en el proceso de desarrollo.

Gaborone (Bostwana
La Esperanza de un Nuevo Comienzo
La historia ha demostrado que los países pueden resurgir incluso después de la devastación. Ruanda, Botsuana y Ghana son ejemplos de que la buena gobernanza y la inversión en la gente pueden transformar una nación. Guinea Ecuatorial no tiene por qué resignarse a la pobreza y la opresión.
Con voluntad política, transparencia y un compromiso real con el bienestar de los ciudadanos, el país puede abrir un nuevo capítulo. El PPGE se compromete a acabar con la desigualdad, llevar el desarrollo a todos los rincones de Guinea Ecuatorial y garantizar que la riqueza nacional beneficie a todos, no solo a unos pocos privilegiados.