Editorial
En la provincia de Evinayong, la explotación maderera ha tomado un rumbo alarmante. Empresas locales y extranjeras han convertido los bosques en un negocio privado, donde la riqueza se extrae sin control y sin beneficio para la población. Mientras los pueblos carecen de infraestructuras básicas como carreteras, agua potable o electricidad, las grandes compañías operan con total libertad, arrasando con la selva como si el mundo fuera a desaparecer mañana.
En vez de traer progreso, formación y libertad para Tegueté, nos imponen una cárcel para jóvenes, dejando claro cuál es el futuro que nos reservan. En lugar de escuelas, centros de formación o inversión en oportunidades para la juventud, nos traen represión y control.
El Negocio de la Madera en Tegueté: Beneficio para Pocos, Miseria para Muchos
En Tegueté, una empresa maderera de gran envergadura ha instalado su base de operaciones. Su dueño es Armengol Ondo Nguema, hermano del dictador, lo que le ha permitido operar sin restricciones. Mientras extrae enormes cantidades de madera, los pocos trabajadores locales que logran un empleo en la empresa pasan meses sin cobrar y son tratados con total indiferencia.

«Camino que lleva a la ciudad de Evinayong: se recomienda llevar botas… por si llueve»
La carretera que conecta Tegueté con Ebolowa lleva más de cinco años sin repararse, pero los camiones cargados de madera sí encuentran su camino para seguir explotando los bosques. El desarrollo de la zona no está en la agenda de quienes manejan este negocio, solo el beneficio personal de quienes se reparten la riqueza natural.
Asoc Aboho: El Saqueo Chino de los Bosques
En Asoc Aboho, una empresa china ha tomado el control de la explotación maderera, y su modelo de trabajo es igual de devastador. No generan empleo para los jóvenes de la zona, ni invierten en el desarrollo local. En cambio, importan a sus propios trabajadores chinos, que son transportados en condiciones infrahumanas, amontonados en Toyota de doble cabina como si fueran ganado.
Además, en las viviendas de Ondu Edu, han sido realojados trabajadores chinos, desplazando a la población local y cerrando cualquier posibilidad de empleo digno para quienes han vivido toda su vida en la zona. En lugar de impulsar la economía local, estas empresas se apropian de los recursos, degradan el medioambiente y marginan aún más a la población.
La Provincia de Evinayong en la Mira: Una Destrucción Anunciada
Lo que está ocurriendo en Tegueté y Asoc Aboho no es un caso aislado. La provincia de Evinayong entera está en peligro. Empresas madereras, tanto nacionales como extranjeras, están avanzando a un ritmo devastador, sin planificación ni medidas de reforestación.

Los «estómagos agradecidos» de Evinayong, votan al PDGE.
Si esta explotación descontrolada sigue adelante, en pocos años los bosques habrán desaparecido, dejando tras de sí un paisaje árido, sin recursos y sin oportunidades para quienes dependen de ellos. Las consecuencias serán irreversibles: cambio climático, pérdida de biodiversidad, sequías y más pobreza para las comunidades rurales.
¿Quién Se Beneficia?
Mientras la madera es enviada a mercados internacionales y los dueños de estas empresas se enriquecen, los habitantes de la provincia siguen sin acceso a servicios básicos. No hay hospitales, no hay escuelas nuevas, no hay trabajo. Solo hay una explotación sin fin, en la que unos pocos se reparten los beneficios mientras la mayoría sufre las consecuencias.
La pregunta es clara: ¿Hasta cuándo permitiremos que arrasen con nuestro futuro?