logo Partido del Progreso

El Confidencial
de Guinea Ecuatorial

La Voz de la Democracia

bandera Guinea Ecuatorial_200x133

El Confidencial de Guinea Ecuatorial

La Voz de la Democracia

Cundo el Dictador predica: Obiang y su Mensaje a los Gaboneses

Por Redacción

26/02/2025

 

Juan Cuevas, Secretario de Formación del PPGE

El discurso de Teodoro Obiang Nguema en la frontera entre Guinea Ecuatorial y Gabón, en un pueblo cercano a Oyem, no deja lugar a dudas sobre su intención de hacer proselitismo político, utilizando una estrategia que mezcla el paternalismo con el misticismo para justificar su permanencia en el poder. Su retórica, plagada de apelaciones emocionales y referencias a una supuesta legitimidad divina, es la misma que ha empleado durante décadas para someter a su pueblo y perpetuar su régimen dictatorial en Guinea Ecuatorial.

En esta ocasión, su discurso adquirió un matiz aún más provocador al animar a los gaboneses a mantener a su presidente, el general Brice Oligui Nguema, bajo el argumento de que, al igual que él, ha sido elegido por Dios. La reacción de los gaboneses no se hizo esperar: el enfado fue evidente, pues la insinuación de que su mandatario debe seguir el mismo camino que Obiang es, cuando menos, alarmante. En África, las dictaduras son como los virus: contagiosas.

El general Brice Oligui Nguema y Obiang Nguema

Obiang inicia su discurso con un tono aparentemente magnánimo, destacando que Guinea Ecuatorial suministra electricidad a esa región de Gabón. Sin embargo, en lugar de presentar este acto como un acuerdo bilateral o una muestra de desarrollo sostenible, lo utiliza como un medio de propaganda. Dice que Guinea ya tiene “algunas cositas” y que “lo normal es dárselo” a sus “hermanos gaboneses”, sugiriendo que la ayuda es un acto de buena voluntad personal y no una política de Estado. La realidad es que el régimen de Malabo no tiene un historial de solidaridad internacional, sino de corrupción y enriquecimiento personal de su élite, mientras la mayoría de la población ecuatoguineana sigue viviendo en condiciones precarias.

Este paternalismo interesado le permite proyectarse como un líder benévolo, ocultando la verdad: Guinea Ecuatorial, pese a su riqueza en hidrocarburos, sigue siendo un país donde la desigualdad es extrema y donde los servicios básicos son un privilegio de unos pocos. Si realmente Obiang estuviera interesado en el bienestar de su gente y de sus vecinos, habría construido una infraestructura eléctrica digna para su propio pueblo antes de ofrecerse como benefactor externo.

Más preocupante aún es la segunda parte de su discurso, donde Obiang sin tapujos apela a la idea de que los presidentes son “elegidos por Dios”. Pregunta a los presentes si están de acuerdo con esta afirmación, a lo que responden afirmativamente, como era de esperarse en un mitin controlado. Luego, retóricamente cuestiona cómo es posible que algunos no estén conformes con el “elegido”, en una clara referencia a la oposición política en Gabón, en Guinea y en el resto de África Central.

Félix Tshisekedi,Presidente de la Republica Democrática del Congo desde el 24 de enero de 2019

Este tipo de discurso, basado en la idea del “derecho divino de gobernar”, no es nuevo en la historia de las dictaduras. Los monarcas absolutos de Europa en la Edad Media y los emperadores de civilizaciones antiguas utilizaban la misma justificación para acallar cualquier disidencia. Obiang no es diferente: su dominio sobre Guinea Ecuatorial ha estado siempre marcado por un fuerte componente místico, donde la brujería y el culto a su persona forman parte de la estrategia para mantenerse en el poder. No es casualidad que en su país se enseñe en las escuelas que él está “ungido por Dios”. Es un mecanismo de control social profundamente enraizado en las tradiciones y creencias de la región.

El hecho de que ahora utilice este mismo argumento para reforzar la posición de Oligui Nguema en Gabón no solo demuestra su intención de influir en la política interna de ese país, sino que también subestima la capacidad de los gaboneses para decidir su propio futuro. La indignación de muchos fue clara: si el “modelo Obiang” es el ejemplo a seguir, significa que la opresión y el autoritarismo serán la norma.

El presidente de la República Centroafricana intenta ser «líder vitalicio» con ayuda de Rusia

El cinismo del discurso alcanza su punto más alto cuando Obiang, en su papel de presidente rotatorio de la CEMAC, advierte a los gaboneses sobre la situación en el Congo y sugiere que los “blancos” están intentando dividir el país. Este argumento, que apela al antiimperialismo, es una vieja estrategia de los dictadores africanos para desviar la atención de sus propios abusos. La realidad es que la crisis en la región no es producto de conspiraciones extranjeras, sino del mismo modelo de gobierno que él representa: regímenes autoritarios que saquean los recursos de sus países, reprimiendo a la oposición y generando inestabilidad.

Su mensaje es claro: está advirtiendo a los gaboneses que no desafíen a su gobierno, ni a ningún otro régimen de la región que opere bajo la misma lógica. No es una advertencia fraternal, sino una amenaza velada contra cualquier movimiento que intente cuestionar el status quo en África Central.

El discurso de Obiang en Gabón no es solo una demostración de injerencia en los asuntos internos de otro país, sino también una confirmación de que sigue viendo el poder como algo personal, no como un servicio a su pueblo. Su referencia a la CEMAC y a la situación en el Congo muestra su obsesión por mantenerse como un actor clave en la región, no por interés en la estabilidad o el desarrollo, sino porque sabe que cualquier cambio de régimen en países vecinos podría desencadenar un efecto dominó que lo afecte.

Denis Sassou-Nguesso, presidente de la República Popular del Congo desde 1979 hasta 1992 y desde 1997 hasta la actualidad.

La realidad es que Obiang lleva décadas gobernando Guinea Ecuatorial como si fuera su feudo personal, utilizando el miedo, la represión y la manipulación religiosa para mantenerse en el poder. Mientras tanto, gasta el dinero del Estado en lujos desorbitados y en comprar lealtades internacionales, en lugar de invertir en el bienestar de su pueblo.

Lo más sensato para Obiang sería reconocer que su tiempo ha terminado y buscar una salida que le garantice un exilio seguro. Sin embargo, la historia nos dice que los dictadores rara vez renuncian voluntariamente. En su afán por conservar el poder a toda costa, probablemente seguirá recurriendo a la brujería, la propaganda y la represión. Pero el tiempo no perdona, y tarde o temprano, como ha sucedido con tantos otros, la realidad lo alcanzará.

Otras noticias

El Tiempo del Cambio ha Llegado: ¡Unidos Venceremos!

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial A lo largo de mis artículos, he analizado en profundidad la tragedia que ha marcado a Guinea Ecuatorial, cuyo origen se encuentra en la dictadura instaurada por Macías y perpetuada por...

Guinea Ecuatorial: Miseria en la Abundancia

Redacción El Confidencial Guinea Ecuatorial es un caso paradigmático de desigualdad y miseria en medio de la abundancia. Mientras países africanos como Ruanda, Ghana y Botsuana han logrado diversificar sus economías, reducir la corrupción y fomentar el desarrollo,...