Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Hoy, desde el exilio, me dirijo a cada guineano que sufre en silencio las cadenas de un régimen que ha hundido a nuestra nación en la miseria y el olvido. Las alarmantes voces que emergen desde Bata, Malabo y el interior del país denuncian un escenario de caos y desesperación: jóvenes que colapsan en las calles por inanición, desempleo que supera el 80% y una crisis económica que se arrastra desde el 2011. No es un secreto que la riqueza petrolera, que durante tres décadas prometió prosperidad, se ha convertido en una trampa de corrupción y abuso, dejando a nuestro pueblo al borde del abismo.
El Legado de la Agricultura: Nuestra Raíz y Futuro
Antes de la bonanza del petróleo, Guinea Ecuatorial era un país forjado en el trabajo de sus campesinos. Nuestros campos producían tubérculos, plátanos, maíz, y cultivos tan vitales como el cacao, que en su época representaba el 60% del PIB nacional. Hoy, contamos con un potencial agrícola de 850.000 hectáreas, de las cuales apenas se utiliza el 26%. Esta tierra fértil es la semilla de un futuro de autosuficiencia y progreso.
Nuestra visión es clara: reactivar el sector agrario y transformar la economía de base en una nación autosustentable, capaz de proveer alimentos, generar empleo y reducir la dependencia de los recursos petroleros. Es hora de devolver la dignidad y el poder a aquellos que han trabajado la tierra durante generaciones. El cambio se hará con la máxima producción de alimentos, carne y pescado, integrando innovadoras explotaciones agropecuarias que reconecten a nuestro pueblo con sus raíces y con un futuro prometedor.
Sanidad para la Vida: Un Derecho, no un Privilegio
La crisis social que vivimos se ve agravada por un sistema sanitario deplorable, en el que las enfermedades transmisibles –paludismo, infecciones respiratorias agudas y diarreas– se cobran la vida de nuestros niños y ancianos. La infraestructura médica se ha marchitado bajo el yugo de una administración que prefiere desviar fondos a clínicas privadas de la primera dama Constancia Mangue, mientras el pueblo muere de hambre y enfermedad.
Nuestro compromiso es forjar un sistema de salud público, moderno y eficiente, donde cada guineano tenga acceso a la atención médica que merece. Es imperativo restituir el presupuesto destinado a la sanidad, eliminando la corrupción endémica que ha dejado a nuestra nación en la ruina. La salud de nuestro pueblo es la base de un país fuerte y justo.
La Corrupción: Un Cáncer que Debe Ser Erradicado
¿Por qué una nación rica en recursos naturales se halla sumida en la pobreza más absoluta? La respuesta es clara: la corrupción sistémica y el saqueo de los bienes nacionales por parte de altos funcionarios y la familia del dictador Teodoro Obiang. Durante más de 45 años, estas fortunas ilícitas han socavado las oportunidades de progreso, dejando a la sociedad guineana a merced de un poder que roba, desinforma y destruye.
Los indicadores de prosperidad nos muestran una cruda realidad: Guinea Ecuatorial ocupa el lugar 131 en el Índice de Prosperidad, y desde el 2011 hemos descendido en la clasificación. Es hora de abrir los ojos y reconocer que el saqueo del patrimonio nacional ha sido la causa de nuestras penurias, mientras el pueblo es forzado a soportar las consecuencias de un gobierno que ignora el bienestar colectivo.
La Llamada al Cambio: Esperanza y Soluciones para un Reconstrucción Nacional
Hoy, más que nunca, el pueblo guineano merece esperanza y un futuro de justicia. Desde el exilio, desde la adversidad, levantamos la voz en nombre de la dignidad, la libertad y la soberanía nacional. Convocamos a Teodoro Obiang y a su círculo corrupto a abandonar el poder de inmediato, permitiendo que la transición política se consolide y que el regreso de todos los exiliados se haga realidad.
Proponemos un plan de reconstrucción integral basado en tres pilares fundamentales:
• Reactivación Agraria: Recuperar y optimizar el uso de nuestras tierras para garantizar la seguridad alimentaria y generar empleo.
• Reforma Sanitaria: Implementar un sistema de salud público y moderno, sin privilegios para los corruptos, que proteja la vida y el bienestar de todos los ciudadanos.
• Transparencia y Justicia: Erradicar la corrupción a todos los niveles, asegurando que los recursos del país se inviertan en el progreso y la educación, y no en los bolsillos de unos pocos.
Este es el momento de unir fuerzas y construir un futuro en el que la justicia y la prosperidad sean la herencia de todas las generaciones. La historia nos juzgará y, desde nuestra posición en el exilio, seguiremos luchando por un mañana en el que cada guineano pueda vivir con dignidad, sin miedo ni hambre.
¡El cambio es inminente! Con valentía y determinación, reconstruiremos nuestra patria, derribando los muros de la dictadura y abrazando la esperanza de un renacer nacional. A todos los compatriotas, un fuerte abrazo fraternal y la certeza de que, juntos, forjaremos el futuro que nuestra tierra merece.